Rara especie perteneciente al mundo de la comunicación gráfica, perdida en el hábitat de las letras.

Escribir una descripción sobre mí en el perfil de Twitter ha resultado más complicado de lo que creí. Hace un par de semanas entrevisté a la banda canadiense Library Voices y la chica de relaciones públicas amablemente me presentó como “la periodista” y sí, me sentí “cool”, pero también como una impostora, pues esa no es precisamente mi formación académica, aunque me hubiera encantado. 

De cualquier forma no iba a interrumpir a la chica para contarle mi duda existencial, y que yo en realidad era una rara especie perteneciente al mundo de la comunicación gráfica, perdida en el hábitat de las letras. En ese momento no sabía lo que era, pero sí lo que quería, y eso era escribir.

Mi primer experiencia en el medio fue redactando notas para una página de noticias de rock (que murió al poco tiempo) en la que la supuesta editora era una Hitler en potencia, que exigía mucho y se quedaba con todo el crédito.

En la única nota que redacté para esa web, me esforcé documentando, investigando y aprendiendo a deletrear “Grohl”, pues escribí sobre el accidente que Dave sufrió en un concierto de Foo Fighters, pero la pequeña Adolf editó tanto mi texto, que éste terminó perdiendo todo sentido. Decepción 1, Ale 0.

Busqué otros medios independientes y me ofrecí como colaboradora, y así llegaron grandes experiencias: Una, como fotógrafa en El Plaza Condesa, trabajando a la par de los que podrían ser considerados como rockstars de la fotografía de conciertos, y la otra entrevistando a una banda llamada Beta, que yo misma propuse, pues su música me generó “chispa”.

Con la banda cometí varios errores de principiante, como comportarme como una fan, sonrojarme (lo que le sigue) por su “good look” y además temblar… TEMBLAR con letras mayúsculas. 🙄 Por suerte en algún momento logré relajarme y disfrutar de la conversación.

Al redactar la nota utilicé palabras muy exageradas que tiempo después, cuando tomé clases de periodismo musical, aprendí a controlar. 

Decepción 0, Ale 2.

imagen de la banda y yo

¡I’m always home, I’m uncool…!

Como Lester Bangs y William Miller (Almost Famous), yo no soy cool. En alguna de las clases de periodismo musical me tocó reseñar a una banda que en un video musical mostraba imagenes de mujeres bailando semidesnudas sin razón, un pobre intento de lograr “viewers” de manera fácil.

Al parecer eso es “cool”, pero yo no soy “cool”. En mi reseña destrocé a esa banda con mis palabras. Después de leer mi furioso texto en voz alta, un compañero comentó que yo había escrito una crítica y no una reseña. El maestro (Arturo J. Flores, gran periodista musical), comentó que una crítica sigue siendo una reseña.

Las situaciones llegan solas

Participé en una convocatoria para ser colaboradora de Radio Ibero 90.9. Me sorprendió saber que la mayoría de trabajo en la estación la hacen voluntarios sin remuneración: Productores, guionistas, redactores y locutores.

Tras una serie de pruebas, quedé en el equipo editorial de música, sin embargo mi horario Godinezco no me permitía asistir a las juntas editoriales (o por lo menos eso es lo que utilicé como excusa para no ir, pues no me agradaba el ambiente snob de la estación 🙄), y en un fallido intento por colaborar, envié un par de pitches por correo electrónico (para no ir), pero fueron ignorados.

Llegó el momento en el que el jefe editorial decidió que, según sus palabras: “No podía sustentar a un gran equipo satelital” pues “gran parte del aprendizaje que ocurre en la estación se da de manera presencial”.

Y aunque internet funciona a través de fibras ópticas y no de manera satelital 😂, así como así me borraron del grupo de WhatsApp. 😂

Decepción 0, Ale 0.

¿Todos mis esfuerzos fallidos y no fallidos han valido la pena? Sin duda, aunque mis posts no tengan lectores. Es que es algo así como lo que dicen los Sexy Zebras: “No tengo dinero (pero) hago lo que quiero”.

En palabras de Patti Smith: “Entendí que lo que importa es el trabajo: la cadena de palabras impulsadas por Dios que se convierten en un poema, el entrelazado de color y grafito garabateados sobre el papel que magnifica Su movimiento. Lograr con el trabajo un balance perfecto entre fe y ejecución. De este estado mental nace una luz, cargada de vida”.

En mi perfil de Twitter simplemente escribí “otherworldly”.

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